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Vuelve la naturalidad, se llevan las canas

canas

Hoy en día se apuesta por la naturalidad en todos los sentidos de la vida. Queremos encontrarnos personas auténticas e incluso huimos o vemos mala imagen en aquellas que se recargan demasiado en aspectos como pueden ser la vestimenta o el maquillaje. Y esto mismo está ocurriendo con el pelo. Aunque lo que llamamos aspecto natural no siempre es sincero y se consigue con diferentesr productos de peluquería que nos den ese toque de cuidado despeinado.

Y es que es posible no llevar moños, dejarnos la melena suelta, sin pinzas, etc. Pero el estilismo que se consigue no siempre es bonito, porque no nos levantamos de la cama ni salimos de la ducha con el pelo peinado. Se trata de no recargarlo, pero sí tratarlo. Por ejemplo, es necesario que un chico se eche gomina o espuma para tener el pelo en la posición que él quiere, pero lo natural y bonito es que no se note que ha tenido que usar productos de peluquería para conseguirlo, algo a lo que tienen cada vez más las firmas cosméticas, sacando nuevos productos que logran esos efectos naturales o de despeinado.

Lo mismo ocurre con el maquillaje, no es necesario ir pintadas como puertas todos los días para ir perfectas al trabajo, sea del tipo que sea, sino que podemos maquillarnos de forma natural para ir elegantes, sencillas y al mismo tiempo con un look desenfadado y natural. Para conseguirlo antes, en mi opinión, debemos cuidar nuestra piel pues el maquillaje, a no ser que seas coreana y hagas maravillas como las que hacen estas chicas que no parecen las mismas personas antes y después de quitarse el maquillaje. Para ello, basta con tener una buena rutina de limpieza y cuidado del cutis y luego utilizar una base de maquillaje acorde a nuestro tono de piel, y nuestro tipo de piel (que esto a veces se olvida). Uno de los mayores catálogos de productos lo podemos encontrar en tiendas especializadas, la clásica marca de productos cosméticos que lleva entre nosotros varias décadas y que se ha ido adaptando a las necesidades y las tendencias actuales poco a poco.

Esa misma naturalidad en el maquillaje es la que se está instalando en el cabello y, por eso, aunque sea de forma artificial, comienzan ahora a llevarse las canas. Estábamos acostumbrados a ver que esto en los hombres quedaba bien, que les daba un toque de madurez a la par que les hacía interesantes, aunque muchos de ellos se tiñesen, y ahora este mismo fenómeno de mantener el color del pelo natural se está extendiendo también entre las mujeres, aunque muchas de ellas optan por ir aclarándose todo el pelo hasta acabar con una melena blanca prefabricada que, he de reconocer, queda muy bien también, aunque no a todo el mundo. Un presentador conocido en televisión que ahora mismo lleva ese look es Jorge Javier Vazquez, aunque hay muchas modelos que también se han sumado, aunque menor conocidas.

Pero ojo, las canas son unos pelos especialmente rebeldes en comparación, por ejemplo, con los demás cabellos jóvenes de la cabeza, ya que acostumbran a ser mucho más duras y menos fáciles de dominar. Es por esto que, como decíamos antes, para conseguir ese efecto natural debemos tirar de productos de peluquería que nos ayuden a controlarlo, así como de máquinas como las planchas de calor para alisar o darle forma a la melena.

Creemos que se trata de una moda que viene además para quedarse, ya que supone también un gran ahorro para las mujeres en tintes y mechas. Y es que aun aplicándose colores al pelo tendrían también que tratarlo para que estuviese bien peinado.

Otro de los ámbitos donde vemos también que vuelve la moda de la naturalidad, que se suele decir que es de origen japonés, es el de la cosmética, y lo vemos por ejemplo en que priman los looks que se llaman de cara lavada, aunque para obtener este resultado hay que usar el maquillaje.

¿Y qué decir de la guerra de las famosas contra el uso del programa de retoque fotográfico Photoshop? Las actrices, cantantes y modelos se están revelando contra el uso de esta herramienta informática para tapar sus imperfecciones. De hecho, hace poco vivimos en España cómo Inma Cuesta reivindicaba su cuerpo tras los retoques que le habían hecho en la portada de una revista. O incluso hemos sido testigos de cómo la oscarizada Kate Winslet prohibía a una empresa cosmética por contrato modificar o arreglar su imagen.

En definitiva, lo natural ha llegado para quedarse.

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