Nunca antes una serie había llegado a marcar tanto el rumbo de una sociedad, y es que el capítulo de 2013 de la popular serie Sexo en Nueva York en el que Carrie Bradshaw decide casarse consigo misma porque estaba harta de mientras estar continuamente comprando regalos de boda para sus amigas, mientras que nadie celebraba su soltería, ha marcado un antes y un después en la forma de entender la vida para muchas mujeres de todo el mundo. Podemos decir que se trata de un verdadero punto de inflexión que invita a plantearse una serie de cuestiones relativas al matrimonio y a la vida en pareja, porque, ¿qué tiene de bueno casarse con otra persona, serle fiel y pasar el resto de tu vida con ella? Y ya no es solo que casarse no sea de la mejor de las ideas, sino que además, la idea del amor eterno no tiene ningún sentido.
El error del matrimonio está principalmente en que éste no puedo sustentarse, no es posible formar una vida en común, un sueño de dos, un compromiso de por vida, con una base tan débil como el amor.
La ciencia nos lo advierte, el amor no es más que una reacción química, una estrategia de la naturaleza ante la necesidad de aparearse, sin más finalidad que la reproducción y la perpetuidad de la especie. Biológicamente hablando, el amor no es más que un conjunto de hormonas (oxitocina principalmente), descargas neuronales y falta de claridad mental. Y todo esto forma parte de un plan para que la especie humana perviva. Sabemos que tras un tiempo, se acaba. El amor, pues, es una adaptación evolutiva, todo lo demás, lo ponemos nosotr@s, pero no es real. Lo que queda después, varía según las parejas y las situaciones concretas de cada una de ellas, pero no tiene porqué ser algo necesariamente bueno ni deseable, fruto de la confianza y del respeto, y de hecho casi nunca lo es.
Woody Allen en su oscarizada película Anny Hall lo simplifica como sólo él sabe, con un chiste: Un tipo entra en la consulta del psiquiatra y le dice, Dr, mi hermano está loco, cree que es una gallina. Bueno, pues ¿por qué no lo mete en un manicomio?, le dice el psiquiatra. Y le dice el tipo, lo haría, pero necesito los huevos.De esta formaentiende, el aclamado director, actor y guionista neoyorkino, el amor. Así que aunque las relaciones sean irracionales, locas y absurdas, la mayoría las siguen manteniendo porque necesitan los huevos.
Pero esa dependencia emocional de la que habla Allen, no es compartida por buena parte de la población femenina, que no han decidido vivir su vida sin ataduras, y sin más compromiso que el que tienen consigo mismas.
Según las estadísticas, el número de matrimonios heterosexuales ha descendido considerablemente, mientras que la cifra de matrimonios gays va en aumento cada día, claro que el número de divorcios también.
Me caso… Pero conmigo misma
La sologamia, casarse con una misma está de moda entre las solteras de todo el mundo, como forma de reafirmar su amor propio por todo lo grande, por todo lo alto, y con toda la pompa que se merece semejante celebración. La pionera ha sido la italiana Laura Mesi, que ha celebrado un pedazo de bodorrio consigo misma, en la que no faltó de nada, arras, pastel de tres pisos, fiesta, regalos, 70 invitados… y cero novios.
EEUU, Australia, Japón, Taiwán, el Reino Unido, y Canadá, también se han apuntado a esta tendencia iniciada en Italia. En Japón, una comunidad de solteras ofrece un paquete de dos días con vestido, ramo, maquillaje, peluquería, sesión de fotos, estancia en hotel…
A España todavía no ha llegado la moda, pero no tardará en hacerlo. Mientras tanto puedes ir echando un ojo a la web de la diseñadora Joana Diestre, que cuenta con la oferta más completa en moda nupcial para Euskadi.En sus tiendas de vestidos de boda, La Esposa by Joana Diestre y La Bambolina by Joana Diestre, encontrarás los mejores diseños de las más prestigiosas firmas de moda nupcial para novia e invitad@s.
¿Serás tú la primera sológama española?