Está claro que el nacer o vivir en un lugar determina posteriormente nuestra vida. Os pongo varios ejemplos. Ya puedes nacer con todas las aptitudes del mundo para la música que como en tu ciudad no haya cultura musical o conservatorio te vas a quedar dónde estás. ¿Te imaginas a un amante de la movida de los 80 en Lanzarote? Quiero decir que el vivir en un lugar nos puede incitar a seguir más una moda. Y en mi caso mi llegada a Barcelona ha servido para potenciar mi lado hipster, porque se puede decir que es una de las cunas. Tras alojarme en el Hotel Mercer, comencé a conocer desde dentro lo que es este movimiento.
Como os digo mi hotel estaba alojando en el barrio Gótico, una cucada, si no lo conoces te invito a que vayas, y si te puedes alojar en este hotel de lujo en Barcelona, pues mucho mejor. Desde que salí comencé a notar que era otro ambiente. Y es que Barcelona es muy hipster, no lo dudo. Por eso os comentó una serie de bares en los que podrás empaparte de esta cultura.
- ¿Hay algo más hispter que leer y tomar té al mismo tiempo?. Pues existe una cafetería del barrio de Sant Antoni donde lo puedes hacer. La cafetería ofrece una gran variedad de tés, cafés, cervezas o vinos que se mezclan con su tentadora pastelería con sabores locales y anglosajones. Los libros son de segunda mano con una gran temática e infinidad de idiomas para comprar o leer mientras tomas algo. Viva el postureo.
- No muy lejos de este hotel de lujo en Barcelona puedes encontrar un espacio de 1500 metros cuadrados donde se realizan todo tipo de actividades, desde startups hasta coworking, cursos… Y, además, cuenta con una cafetería de estética industrial con mesas de metal o madera y sillas como las del colegio.
- En la calle Parlament, que para mí es la calle más hipster de Barcelona, encontrarás un espacio pequeñito donde las estanterías están repletas de botellas de vino y vermuts a granel ideales para degustar con sus olivas y patatas fritas con la mítica salsa Espinaler. Además, también podéis probar sus pinchos o tapas. Merece la pena mucho ir.
- Qué sería de un hipster sin una galería de arte. Pues en la cafetería del Eixample es un local multidisciplinar donde encontrar propuestas artísticas y de diseño por parte de nuevos autores, locales e internacionales. Hasta las diez de la noche puedes tomar algo en su bar mientras disfrutáis de una propuesta cultural innovadora y arriesgada. Coge tus mejores gafas de pasta y prepárate para escuchar nombres impronunciables de escultores y pintores.
- Y hablando de pintores, en la calle Pintor Fortuny se encuentra un «gastropub». Es decir que allí puedes tomar una carta con platos elegantes con toques minimalistas a un precio asequible en relación calidad-precio. Verás los techos altos y las paredes blancas, los taburetes vintage y las mesas de madera oscura en este espacio donde no puedes irte sin probar el sandwich de albóndigas. Te lo recomiendo.
La verdad es que Barcelona me encanta, una ciudad tan cosmopolita, que puedes encontrar hoteles 5 estrellas como Mercer Barcelona, pero también puedes perderte en sus calles más hipster. Es una pena que con estas cosas de la independencia mucha gente tenga otro concepto de Cataluña.