Me encanta la moda, algo que es obvio porque de lo contrario no tendría este blog ¿verdad? El caso es que tengo una amiga cuyo gusto por la moda es, cuanto menos, extravagante, y cansada de ciertas miradas y comentarios me pidió consejo y la mandé directamente a que contratara los servicios de Marta San Miguel la que en mi opinión es una de las mejores asesorías de imagen y personal shopper.
¿Sabéis eso que dicen de “No metas la… donde tienes la olla” o “no mezcles familia y trabajo” o demás refranes de ese estilo? Pues bien, yo soy de la opinión de que por la misma regla de tres tampoco debes hacer malas críticas a tus amistades o conocidos sino quieres acabar teniendo algún tipo de rifirrafe con ellos. Da igual que te digan que saben aceptar las críticas y que quieren tu ayuda porque al final siempre se acaban molestando y como yo no quiero eso pues prefiero pasarle el marrón a otro, así de siempre.
En concreto, esta amiga, viste de manera que, se ponga lo que se ponga, parece una cría. Si me paro a pensarlo me doy cuenta de que va vestida normal porque suele llevar vaqueros y camisetas pero no sé por qué, su percha, acaba dándole un toque juvenil, demasiado juvenil diría yo porque casi nadie la toma en serio. Debido a ello yo le recomendaría que cambiara las camisetas de manga corta o larga por camisas básicas para ir a trabajar a la oficina, y compraría también algún pantalón de talle recto para cambiar de vez en cuando el vaquero por este nuevo tipo de prendas que ella no suele llevar. En mi opinión esto le daría un nuevo aire, algo más adulto, y no cambia demasiado su personalidad porque tampoco pretendo cambiar lo que ella es. Tampoco estaría mal que se pudiera alguna falda que recuerde a los típicos trajes de chaqueta para mujer pero tal vez eso sea demasiado para empezar de golpe y debe ir entrando en este mundo poco a poco.
Sea como sea yo no soy quien para cambiar a nadie porque puede gustarme mucho algo y dar consejos que luego mis lectores y lectoras toman o no, yo no obligo a nadie está claro, pero cuando nos metemos a cambiar el estilo de alguien que además es una amistad tuya puedes entrar en un pequeño conflicto de intereses que no recomiendo para nada.
Según la revista Vogue, actualmente en la moda se buscan las raíces australianas para ir del origen a lo aborigen y los diseñadores se están inspirando en la naturaleza y en el arte nativo para ello, sobre todo en los colores. Ahora mismo se está volviendo al colorido en todas las prendas de vestir, pero a unos colores básicos, nada de mezclas turquesas o añiles, sino al más puro rojo, amarillo, verde y azul. Se busca así el tono natural de le tierra, de lo que produce, y se dejan de lado los colores creados por el hombre. Pero como todo, es cuestión de gustos.