Prohibido avergonzarse de las tallas grandes

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Cuando hablamos de un negocio como lo es el de la moda, inmediatamente la maquinaria de nuestros cerebros asocia a ello la imagen de mujeres bellas, esbeltas y delgadas y hombres altos, fuertes y musculosos. Así es como nos han vendido la moda los mandamases del sector a través de la fidedigna e inestimable ayuda del aparato que componen los medios de comunicación de masas.

Sin embargo, la moda no es solo eso. La moda va mucho más allá de cinturas de avispa, de cuerpos forjados a base de gimnasio o de ojos de color claro. En un sector como éste, todas las personas deben tener cabida. Cada una de ellas debe tener el derecho a encontrar las prendas o complementos que le hagan feliz independientemente de su estatura, peso y condición.

Siempre he sido un ferviente defensor de las ideas en las que he resumido los dos primeros párrafos de este artículo. He conocido a mucha gente que ha padecido sobrepeso y que una y otra vez sentía cómo la moda era algo que no estaba diseñado para él o ella. Eso por no hablar de la dificultad que habían tenido desde siempre a la hora de encontrar las tallas que andaban buscando.

Una de esas personas era mi hermana. Tenía apenas veinte años cuando un buen día llegó a casa llorando, asegurando que no había encontrado absolutamente nada para ella en las rebajas del centro comercial más importante de nuestra ciudad y que, además y para más vergüenza, los dependientes se habían reído de ella al ver cómo salía una y otra vez de los probadores sin haber conseguido su objetivo.

Indignado, fui a ponerles una reclamación a aquellos dependientes y les aseguré que nadie de mi familia volvería a pisar su establecimiento, en el que solíamos comprar gran parte de nuestra ropa. En cuanto al problema que tenía mi hermana con no encontrar ropa, yo ya me había estado informando para hallar una solución.

Y la solución se llamaba www.corazonxltallasgrandes.es. Esta web, especializada en la venta de ropa de mayores tallas, era justo lo que necesitaba mi hermana. Se lo comuniqué y miramos en el catálogo de la web para informarnos. Efectivamente, ella parecía haber descubierto un mundo nuevo, un mundo en el que podía encontrar la ropa que necesitaba sin acomplejarse y sin que nadie le juzgara por su físico.

Así las cosas, mi hermana consiguió finalmente hacerse con ropa de su talla. En la página web que os comentaba encontró no solo la talla, sino la calidad y el buen precio que ella esperaba conseguir. Además, como pantalones, blusas y vestidos, el envío a casa le salió completamente gratis. Todo un detalle que hacía presagiar (como terminó sucediendo) que confiaría en la misma web para cuando quisiera hacer más compras.

Un negocio permanente en España

Nuestro país siempre ha sido un gran referente en cuanto a la industria de la moda se refiere. Aquí se generan muchos millones de euros dentro de este sector, algo que sin duda contribuye a que nuestra economía, algunas veces mejor y otras peor, salga adelante.

Sin embargo, es conveniente recordarle a todo el mundo que el negocio de la moda no solo se sustenta a base de cuerpos de escándalo. La moda la hacemos todos, los que entran en las tallas más pequeñas y los que lo hacen en las que son de mayor tamaño. Sin lugar a dudas, de las ventas de unas y otras prendas es de donde se saca la rentabilidad de un negocio que no tendría sentido si de él se excluye a una determinada parte de nuestra población.

 

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