Las mascotas no son una moda

york

Hace poco estuve en el criadero De Villa Carpe Diem donde para comprar uno de sus preciosos cachorros de pastor alemán con pedigrí y bien educados que allí venden, toda una garantía de fiabilidad a la hora de hacerse con uno de estos perros. Acudí allí preocupada por mi hijo. De hecho, el cachorro era para él.

Lo hice porque llevaba un tiempo observando que mi pequeño, un gran amante de los animales, sufría una enorme timidez y le costaba mucho relacionarse con otros niños cuando íbamos al parque a jugar. Al pobre se le hacía un mundo juntarse con los demás niños y tampoco se sentía nada cómodo cuando venían los demás a recogerlo al banco donde estábamos sentados para ir a jugar. Sin embargo, sí le notaba un atisbo de mayor socialización cuando alguien se acercaba con un perro. Entonces sí era él quien quería propiciar ese contacto, pese a que supusiese un gran esfuerzo a la vez para él al romper su timidez.

Preocupada por esto y con esas premisas en la mano, acudí una mañana al médico para preguntarle qué podría hacer en este caso para ayudar a mi hijo en esta etapa de la infancia en algo que yo creía que quizás pudiera derivar en alguna consecuencia mayor cuando se hiciese grande y tuviese que enfrentarse al mundo laboral. Hablándole sobre su querencia hacia lo animales, me dijo que quizás ahí encontrarse la solución.

Y vaya que si la encontré. Mi hijo está disfrutando mucho de su mascota, pero a la vez esta le está ayudando a abrirse. Ahora los niños se acercan para hablar con él y jugar con el perro y él se muestra orgulloso de su mayor tesoro, nuestro cachorro. Está tan contento que no le importa socializar si es para hablar de su perro y para compartir experiencias con los demás niños. Lo que hace que yo también esté más que satisfecha con los resultados. Además, ni que decir tiene que siendo del criadero Carpe Diem el perro está en perfectas condiciones de salud, por lo que no importa que los niños se diviertan con él.

Pero una vez que he comentado esto con algunas madres, muchas me han hablado de la posibilidad de hacerse también con un cachorro para que sus hijos se diviertan porque estos tras estar en el parque con mi pequeño y su perro se lo piden al llegar a casa.

A raíz de esto quiero escribiros que tener perro no es una moda. No es algo que debas comprar por complacer a tu hijo o porque te apetece o porque puede resultar un regalo mono o cuco para alguien. Tener perro implica muchas responsabilidad que yo he adquirido ahora, aunque mis motivos tenía para hacerlo, ya que eran más importantes y no me importaba el sacrificio.

Pero hay que ser conscientes de que tener un perro requiere muchos cuidados. Aparte de que debemos tener una condición económica buena para poder darle de comer y mantenerlo al día en sus vacunas y revisiones veterinarias, así como en visitas a la peluquería para cortarle el pelo o para bañarlo y desparasitarlo, un perro nos ata en el sentido de que nos obliga a bajarlo un número de veces al día a la calle para que pasee y haga sus necesidades. Y también limitará nuestros destinos vacacionales, ya que no en todos los alojamientos o transportes admiten animales, entre otras cosas.

Es por esto que comprarse un perro o incluso adoptarlo en una perrera o en una protectora implica el tener que hacer más sacrificios que simplemente lo que se ve, como bajarlo al parque a pasear para jugar. Debemos pensar muy bien si estamos dispuestos a renunciar a nuestra libertad e incluso a parte de nuestro dinero y si tenemos la suficiente paciencia para domesticarlo y acostumbrarlo por ejemplo a hacer sus necesidades fuera de casa y en los tiempos que marcamos para el paseo.

En definitiva, como os decía antes, los perros no son una moda.

Suscríbase a nuestro boletín

Comparte este post con tus amigos

Scroll al inicio