Siempre que pensamos en un cuento nos imaginamos la típica escena familiar donde hay un padre o una madre que se sienta a leerle su cuento favorito a su hijo antes de dormir ¿verdad?
Esto tiene un motivo razonable, ya que los cuentos son una parte imprescindible en la etapa de nuestra vida conocida como infancia. En la infancia se desarrollan distintas habilidades creativas que marcarán nuestra conducta y comportamiento en el futuro, como la imaginación, la cual nos permite ver el mundo de distintas maneras según nuestra propia perspectiva.
A partir de este hecho, entendemos que la imaginación está estrechamente conectada a la lectura de cuentos e historias, la cual permite que niños y adultos vivan a través de ellos diferentes aventuras, romances e incluso historias de terror.
Si quieres saber cómo de beneficiosos son los cuentos para el desarrollo de nuestros hijos te lo contamos a continuación. Además, también acabarás entendido que este tipo de historias siguen siendo buenos para nosotros, los adultos.
Eligiendo el cuento perfecto: ¿Qué debe incluir un buen cuento?
Cada persona es un mundo, y en el sector infantil ocurre lo mismo: cada niño es un mundo, y los hay de muchos tipos diferentes de gustos y personalidades, como imaginarás.
Si escogemos un cuento al azar, no estaremos siendo objetivos y esto podría despertar desinterés o sentimientos negativos en nuestro hijo. Por ello, es importante que tengamos en cuenta una serie de puntos clave antes de elegir un cuento para nuestros hijos:
- Personajes atractivos: si a los adultos nos aburren los personajes planos ¡imagínate a los niños! Por este mismo motivo, asegúrate de que los personajes tengan características distintivas y enfrenten desafíos que los niños puedan comprender y apreciar.
- Lenguaje apropiado: hay clasificaciones por edades en las que puedes fijarte para escoger un buen libro para tu hijo. Es importante que los niños puedan entender la historia sin sentirse abrumados por un vocabulario demasiado complicado.
- Elementos visuales: las ilustraciones son imprescindibles en los cuentos infantiles, especialmente para los más pequeños de la casa. Estos dibujos deben complementar y enriquecer la historia, ayudando a los niños a comprender mejor lo que están leyendo.
- Mensaje positivo o educativo: muchos cuentos infantiles transmiten valores positivos o mensajes educativos. Pueden abordar temas como la amistad, la empatía, la resolución de problemas o la importancia de ser uno mismo.
- Humor y diversión: incluir elementos o situaciones divertidas puede hacer que el cuento sea más atractivo para los niños. El humor es una excelente manera de captar su atención y mantenerlos comprometidos.
- Duración adecuada: los niños más pequeños pueden preferir cuentos más cortos, mientras que los mayores pueden disfrutar de historias más extensas.
- Un buen final: el cuento debe tener un final satisfactorio y, si es posible, dejar espacio para la reflexión o el debate. Un buen final puede dejar una impresión duradera en los niños.
Una vez tengamos en cuenta estos factores, sólo nos falta uno: los gustos de nuestro hijo.
Si nuestro hijo siente predilección por los caballos, podemos escoger un cuento educativo que trate sobre una granja donde un protagonista cuida a sus caballos, fomentando en él el amor por los animales. Es importante respetar el gusto de cada niño para despertar el mayor interés posible en él.
¿Cómo beneficia a la imaginación de nuestros hijos un buen cuento?
Para continuar, es importante que entendamos qué beneficios le estaremos brindando al desarrollo cognitivo y emocional de nuestros hijos si escogemos un buen cuento. Como bien destacan los profesionales de AulaRecreo, un buen cuento beneficia la imaginación de nuestros hijos al transportarlos a mundos imaginarios, desafiando sus límites perceptivos y fomentando la creatividad.
A través de personajes intrigantes y tramas emocionantes, los niños son guiados a explorar situaciones fuera de lo común, estimulando la visualización mental y la capacidad de concebir ideas abstractas.
Las historias cautivadoras cultivan la imaginación al inspirar la creación de imágenes mentales, desarrollando habilidades cognitivas al mismo tiempo que les brindan un espacio seguro para explorar emociones, valores y conceptos complejos. Durante el proceso de leer un cuento, los niños no solo absorben conocimientos, sino que también aprenden a expresar y compartir sus propias ideas, enriqueciendo su mundo interior y fomentando una apreciación duradera por la creatividad y la imaginación.
Los cuentos nos ayudan a cualquier edad.
Aunque la lectura de los cuentos suele estar asociada a la infancia, a los adultos también nos sienta genial leer cuentos. Sus enseñanzas, sus personajes y su aspecto tierno son características que disfrutamos enormemente, llegando a emocionarnos y ayudándonos a entender muchos momentos de la vida que necesitamos superar con fuerza.
“El principito”, de hecho, es un libro que inspira enormemente al público adulto, el cual escribió Antoine de Saint-Exupéry para expresar su soledad cuando se mudó al extranjero. Hoy en día su historia es capaz de llegar al corazón de aquellas personas que se sienten solas y perdidas y necesitan ver una luz en medio del caos, por lo que ¡nunca subestimes el poder de un buen cuento!