10 consejos para cuidar la salud bucodental de tus hijos 

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Como padres todos queremos que nuestro hijos crezcan sanos. Para ello cuidamos su alimentación, evitamos que adquieran hábitos perjudiciales y les ayudamos en su proceso de aprendizaje.

Y en ningún caso hay que olvidar la salud bucodental de nuestros pequeños, que hay que cuidar desde temprana edad. Para ayudaros a inculcar una correcta higiene dental y cuidar la salud bucodental de vuestros hijos en este artículo hemos reunido los 10 consejos que tendréis que tener en cuenta.

  1. Comenzar con el cepillado desde temprana edad

El consejo más importante que hay que tener en cuenta para cuidar la salud bucodental de nuestros pequeños es que hay que comenzar con el cepillado desde temprana edad. Tanto que los expertos aconsejan incluso antes de que empiecen a salir los primeros dientes. En este caso, aconsejan pasar una toallita o un paño húmedo por las encías de los bebés para eliminar restos de suciedad y cualquier tipo de bacteria nociva.

Posteriormente, en cuanto aparezcan los primeros dientes hay que cepilárselos correctamente con un cepillo de dientes para lactantes. Puede parecer una tontería, pero hay que tener en cuenta que los bebés también pueden tener caries y que si se acumulan restos de suciedad en sus dientes puede generar mal olor o mal aliento.

También los cepillos de dientes tempranos pueden servir para que los pequeños los muerdan, calmen el dolor de la aparición de los primeros dientes de leche.

  1. Establecer una rutina de cepillado 

Una vez que los pequeños se vayan haciendo mayores hay que establecer una rutina de cepillado dental, así como es muy importante iniciar pronto los hábitos de cuidado bucodental.

Al principio como indicábamos es importante que sea tú quien limpie sus dientes y encías, pero a medida que se vayan haciendo mayores no solo tendrás que ayudarles con el cepillado sino mostrarles que no es algo perjudicial, que puede ser divertido. Esto porque es muy habitual que los pequeños no quieran cepillar sus dientes. Así que los consejos para evitar que esto ocurra es hacerles ver que es algo bueno, con canciones, cepillos de dientes divertidos y sobre todo con una rutina constante y después de cada comida.

  1. Es importante el uso de flúor 

Es importante que los niños utilicen flúor dental, ya que su uso refuerza el esmalte dental, así como disminuye la posibilidad de tener caries, ya que dificulta que penetren los ácidos en las piezas dentales. Pero hay que utilizar el flúor con cuidado, ya que el exceso de flúor también puede ser perjudicial en los dientes porque provoca cambios en el color del esmalte dental. Lo mejor es pedir consejo a su dentista de confianza para que recete el flúor correcto para cada pequeño en función de su edad o sus necesidades.

  1. Seguir una dieta rica y variada

Es importante que los niños lleven una dieta rica y variada para muchos aspectos de su vida, pero también para la dentadura. Es importante que tengan una alimentación equilibrada, rica en verduras, frutas, pero también en proteínas con carne y pescado. Por supuesto, hay que limitar la ingesta de azúcares como veremos a continuación.

  1. No te olvides de retirar el chupete a tiempo y evitar que se chupen el dedo

Otra cuestión muy importante para conseguir que tus hijos dispongan de una buena salud bucodental es que hay que quitarles el chupete a tiempo, así como evitar que se chupen el dedo. Esto se debe a que la succión excesiva del chupete o del dedo puede generar malformaciones en el paladar o alterar la colocación de los dientes.

Tal y como informan desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria en su página web en un artículo sobre quitar el chupete a los niños (que puedes leer haciendo click aquí) es recomendable que no lo usen a partir de los 12 meses. Y es que es a partir del año de edad cuando empiezan a producirse los problemas bucodentales por el uso de chupete.

No obstante, también hay que señalar que la costumbre de chuparse el dedo es todavía más perjudicial que el chupete por lo que hay que evitar que nuestros pequeños eviten esa acción. Porque chuparse el dedo también provoca el mal alineamiento de los dientes, puede generar problemas de pronunciación o alteraciones en los dedos. Además es más peligroso porque así como el chupete se les puede quitar, si tienen la manía de chupar los dedos podrán hacerlo siempre y cuando quieran.

  1. Evitar el consumo excesivo de azúcares

La alimentación es fundamental para que los pequeños crezcan sanos y fuertes, pero también sus dientes. Y es muy importante evitar el consumo excesivo de azúcares. Estos alimentos son los refrescos, las bebidas azucaradas, las chucherías, los alimentos procesados o la bollería industrial.

Es importante evitar la ingesta de estos alimentos porque desgastan el esmalte dental, lo que favorece la formación de caries y además se pueden suplir por alimentos naturales. Por ejemplo, en lugar de refrescos o bebidas azucaradas se pueden consumir zumos naturales, agua o lácteos.

  1. Fomentar la hidratación y el consumo de agua 

Otro consejo que hay que tener en cuenta es fomentar la hidratación y el consumo de agua. Esto es importante para aumentar la producción de saliva, que ayuda a limpiar los dientes. Pero no solo por eso, hay que acostumbrar a los pequeños a tomar agua, ya que es un buen hábito que  forma parte del proceso educativo de cuidado del cuerpo.

  1. Utilizar dientes y pasta específicos para niños 

Esta cuestión es muy importante, los niños tienen que utilizar cepillos de dientes y pasta específicos para su edad. Pero no solo eso, no deben usar dentífrico hasta que sepan bien escupir, para evitar que se puedan tragar la pasta dientes.

Y también tienen que utilizar la dosis de pasta adecuada. Por ejemplo, los expertos indican que los niños de 3 años deberían utilizar pasta como el tamaño de un guisante, vamos una pequeña cantidad.

  1. Explorar periódicamente la boca

Este consejo es muy importante, los padres deben explorar periódicamente la boca de sus hijos, para detectar posibles caries, piezas dentales dañadas, sarro o flemones. También para ver cómo van erupcionando los dientes o si hay defectos en el esmalte. Es muy importante porque los niños no son capaces de detectar estas cosas y mejor estar pendiente para evitar problemas mayores.

  1. Tienes que llevarlos a revisiones periódicas con el dentista 

Aunque no solo basta con que sean los padres quienes exploren su boca, de vez en cuando hay que llevarlos a revisiones periódicas con el dentista.

“ Recomendamos que los niños visiten al odontopediatra por primera vez entre los tres años, cuando ya han salido los dientes de leche. Después, cuando comienza el recambio dental sobre los seis años es aconsejable que las visitas sean más asiduas, al menos una vez al año para comprobar la posible existencia de caries, alteraciones del crecimiento o de la posición de los dientes.”, indican desde la Clínica Dental Gaudí.

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