¿Os acordáis de ese programa que emitía una popular cadena privada, que giraba en torno a un trabajo de redecoración de una casa tras recibir la llamada de un familiar o amig@ de la persona propietaria de la misma?
El programa al que me refiero, era una versión de un popular Reality Show americano, en el que un equipo de decoradores, obreros y jefes de obra realizan, una fantástica tarea de remodelación de una casa particular en un solo día, aprovechando la ausencia del propietario o propietaria, ajeno a toda la historia hasta que llega a su hogar acompañado con el gancho. El resultado era asombroso, y cuando llegaban los interesados, nunca lo podrían creer, no cabían en sí de alegría e, incluso, lloraban de emoción.
Pues bien, más o menos eso es lo que hemos querido hacer, mi cuñada y yo, con mi hermano el Hipster. A ver, no hemos participado en ningún programa de la tele ni nada parecido, sino que mi hermanita política y yo, hemos logrado reunir a todo un equipo de expertos profesionales, echando mano de nuestro grupo de amigos, que sin cobrar absolutamente nada, se ofrecieron voluntarios para trabajar en la difícil tarea de redecorar la vieja casa de Antonio, mi hermano mayor.
Lo primero fue conseguir que Antonio pasase, junto con Ana, todo el fin de semana fuera de la ciudad, algo que, aunque en principio parecía fácil, finalmente no lo fue. El problema era que el equipo contaba con sólo un fin de semana para desarrollar la dura faena, y por unas cosas o por otras, siempre había problemas para concretar la fecha. El caso es que cada vez que llegaban a un acuerdo, de repente Antonio, se ponía enfermo o tenía un partido de futbol o cualquier cosa que le impedía la salida del hogar durante ese fin de semana.
La cosa se alargó un poquito más de lo que habíamos pensado, pero finalmente, Antonio, por fin, dejó su casa sola y el equipo pudo empezar con la ansiada redecoración.
Mi hermano siempre ha sido el bohemio de la familia, y ahora claro, se ha hecho Hipster, igual que mi cuñada, y queríamos darle a la nueva decoración un poco de ese toque tan característico de esta subcultura, caracterizada por el uso de ropa poco convencional, preferiblemente de segunda mano, el uso de artículos vintage y el gusto por la música de corte indie o alternativa.
Así que, el equipo decidió dar a su hogar un aspecto muy natural y campestre, utilizando materiales reciclados, es decir, muebles de segunda mano, de anticuario, o bien encontrados en la calle, muy vintage todo. Aunque también compramos algunos muebles, como sillas y mesas, en una empresa fabricante de sillas de madera, mesas y taburetes, J. Valls S. L, Fábrica de sillas, que cuenta con una amplia variedad de estilos en su catálogo, rústico, clásico, moderno o vanguardista. Su mobiliario casa con cualquier línea decorativa que se desee completar, con un amplio muestrario de colores, en la madera y en el tapizado, y con todos los detalles de acabado que se deseen, ya sean torneados, veteados en la madera, tallas, asientos de enea, decoración en forja, etc…)
Viste tu casa como tú
Todos tenemos un estilo personal de vestir, en función de nuestro estilo y nuestra forma de vivir la vida, y nuestro hogar también ha de ser reflejo de ese estilo característico que nos define.
Así, si eres una persona que siente pasión por la moda sixty, tu casa también puede expresarlo vistiéndola de colores variados y brillantes, estampados alegres, flores, lunares.
Si eres más de los 70, haz del vinilo el principal protagonista y no te olvides de la bola de espejos, los taburetes y los pufs.
¿Los ochenta son tu época favorita? Pues seguro que te encantará una casa en la que abunden los colores sobrios como el gris y el negro, las fotografías y los posters, y como no, las paredes de espejos.
Si por el contrario te identificas más con el estilo de la nueva generación de millennials, me atrevo a decir que el mueble práctico, adaptable y que permite ahorrar espacios, es tu favorito.