Cuando una pareja está en crisis, lo mejor es hablar, hablar y volver a hablar. Nunca puede quedar nada en el tintero. Es la mejor forma de poder solucionar los problemas. Ser sinceros, abrir el corazón y volver a depositar la confianza. Dar oportunidades nuevas pero con confianza, porque si no, no sirve para nada. Ahora bien, en ocasiones, cuando la cuerda está a punto de romperse, lo mejor es ponerse en manos de profesionales.
La gran pregunta es: ¿Qué puede hacer un profesional con una pareja en crisis? Pues para saberlo nos hemos puesto en contacto con Maribel Paz, especialista en terapia de parejas. Ella será la que nos diga cuáles son los puntos más importantes que se tienen que tratar en una crisis de pareja.
Si alguna vez has estado dentro de esta frase, quizás necesites la mano de un experto.
- Quiero abandonar la relación y no puedo dejarlo
- Siento miedo de mi pareja
- No aguanto a la familia de mi pareja
- Mis celos me están matando
- No encuentro mi media naranja
- No se cómo ligar
- Mi pareja no me respeta
- Mi pareja es un machista
- Siempre estamos discutiendo
- Quiero recuperar mi relación
“Como psicóloga de parejas no hago juicios de valor ni etiqueto a nadie, por lo que en las sesiones de terapia de parejas que compartiréis conmigo en mi consulta en el centro de Madrid os sentiréis seguros y libres de expresar todos vuestros sentimientos y pensamientos sin temor alguno”, comenta la profesional.
“Mi enfoque es cognitivo-conductual-emocional. Mis intervenciones están actualizadas según los últimos avances científicos y son de probada eficacia por la comunidad científica”, explica la profesional. Además utiliza guías y protocolos estructurados y estandarizados, probados y garantizados con la evidencia empírica y de referencia consensuada internacional y nacionalmente.
En las sesiones de trabajo, no sólo se ocupa de las conductas problema (signos, síntomas y síndromes) sino también de las fortalezas y cualidades positivas de las personas que acuden a consulta, procurando promoverlas e intensificarlas al máximo. “Es de aquí de donde vamos a obtener la fuerza y energía necesarias para afrontar lo más ecológica y eficientemente posible las dificultades”, explica.
Las fases de una pareja son muy importantes para conocer el devenir de la misma.
Los primeros años
Es la fase más activa de la pareja, ya que intentan afirmar su identidad en la sociedad y adoptan decisiones que les va dando una forma definida como tal. Organizan su propio hogar, con sus estilos, se influyen mutuamente se forma un díada frente al exterior.
Llegan los niños
Cuando el matrimonio tiene hijos, aparece una situación fundamentalmente nueva. Al papel o rol de cónyuge, se le añade el de padre y/o madre. Se produce un profundo cambio en la pareja; ya no están tanto tiempo solos, ni tan pendientes el uno del otro. Se va dejando espacio a los hijos.
A los 20 años
En estos años la situación cambia radicalmente. Son los años más importantes. Así lo dicen las estadísticas. Ya que la media de un matrimonio en España es de 16 años. En la fase anterior la pareja vive para un futuro próximo, que ahora ya se ha fijado en el estatus social y económico de la familia, apenas queda ya algún objetivo exterior por lo que se esfuerce la pareja. Los hijos ya no precisan la presencia de ambos padres para su desarrollo, son más independientes y les necesitan menos, y la pareja vuelve a reencontrarse. Se suelen presentar dudas sobre si uno había imaginado la vida como ha resultado ser. La crisis de estos años suele ser decisiva para la madurez. La tolerancia madura y la sabiduría que este proceso te conciliación lleva consigo vuelven a dar valor a la historia común de muchos años.
Hasta la vejez
Van muriendo los antiguos amigos y conocidos, y cambia el mundo con el que se estaba familiarizando. La pareja se une más estrechamente, dependen cada vez más uno del otro. Pero esto a su vez también puede crear nuevos problemas.
En conclusión, podríamos decir que una pareja vive varias etapas, pero todas son importantes. Y que es de manera circular. La pasión y la entrega de los primeros años dará paso a la rutina, pero si se logra controlar, el siguiente paso será el asentamiento y el cariño que se tiene una pareja de ancianos.