Nuestro país está en crisis y nuestra educación continúa en entredicho pero ello no implica que los ciudadanos españoles no estén bien formados. Quizá en comparación con Dinamarca, vamos un poco más a la cola pero en términos globales formamos parte de los países mejor formados del mundo. Por esta razón –y por la variedad de estudios universitarios que se ofertan en España-, la cantidad de ferias y convenciones no dejan de crecer. A pesar de la crisis, siguen ahí, con diferentes formatos y menor ostentación pero son unos pilares inamovibles del conocimiento.
Esta coyuntura ha sabido aprovecharse muy bien por las marcas, las cuales patrocinan o esponsorizan gran parte de esas reuniones de un público objetivo tremendamente bien segmentado. Pues bien, las marcas ven tal filón en las ferias y convenciones que estas se presentan plagadas de stands publicitarios. No de uno ni de dos, muchos tienen que competir por llamar la atención de los asistentes al evento. De este modo, los stands de feria han tenido que ir evolucionando obligatoriamente para lograr la mayor atención posible sin que esto suponga astronómicos gastos para la empresa anunciante.
Una de las nuevas modalidades que se vienen presentando en las convenciones españolas e internacionales son los stands modulares, que se facilitan tremendamente el montaje de stands y no afectan en absoluto a la buena imagen que la empresa trata de transmitir ni al mensaje que pretende lanzar en ese momento. Como las viviendas u otras edificaciones, el stand modular está formado por pequeños módulos (valga la redundancia) o cajas cuya colocación depende del gusto del usuario. Su forma geométrica permite la inserción de unas piezas con otras al puro estilo Lego o Tetris y conseguir fácilmente la forma deseada.
Pongamos un ejemplo de un stand publicitario para un evento de presentación de las novedades del sector juguetero. Pongamos que somos una de las varias empresas que presenta sus productos en este evento y que se juega gran parte de sus beneficios anuales en cómo salga este evento y la repercusión que pueda tener en los medios de comunicación el stand de feria que tenemos montado para la ocasión. Pues bien, si nuestro puesto está montado de forma fácil y clara, podremos invertir mayor esfuerzo y presupuesto en la disposición de los juguetes, el diseño de los adornos e incluso otros factores humanos como las Relaciones Públicas de los profesionales que tengan que tratar con los medios. La eficiencia de un stand de montaje sencillo puede conllevar la eficiencia en otros campos.
Por suerte, las otras ferias y congresos, como los dedicados a los estudiantes también son un perfecto lugar de instalación de stands sin suponer esto un incordio para los asistentes. De hecho, su presencia garantiza en numerosas ocasiones la celebración del evento.