La gordofobia, es un hecho, una mala costumbre reflejo de una sociedad idiotizada con la moda, con la publicidad y el consumo, y esto nadie lo pone en duda. Pero en los últimos tiempos se impone una nueva tendencia que consiste en ridiculizar a todas aquellas personas a las que la naturaleza no les ha dotado de unas curvas de infarto, la flacofobia. Y es que en el mundo también existen personas de constitución delgada, de metabolismo acelerado, que ni se matan en el gimnasio ni se mueren de hambre, muy a pesar de l@s que insisten en que sí lo hacen.
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